Una de las cirugías plásticas más demandadas a nivel mundial, es la mamoplastia de aumento. Y es que gracias a sus grandiosos resultados, muchas mujeres han logrado obtener el tamaño de senos con el que siempre soñaron.
La mamoplastia es, en general, un procedimiento para aumentar el tamaño del busto por medio de implantes o en combinación con grasa obtenida del cuerpo, obteniendo el volumen que desea el paciente.
Alrededor de esta cirugía existe mucha información falsa, rumores y mitos que pueden generar una expectativa incorrecta frente a la mamoplastia, y en cualquier caso, es mejor obtener los datos de un cirujano profesional calificado que pueda responder todas las preguntas que existan.
Estos son algunos de los mitos más frecuentes sobre la mamoplastia:
En muchos casos se piensa que los implantes serán muy notorios y que los senos no se verán naturales después de la cirugía de aumento. Sin embargo, esto depende mucho del implante que se elija y de la recomendación que haga el cirujano.
Los implantes en forma de gota son ideales si se quiere un resultado muy natural, ya que estos simulan la caída normal del pecho. En casos donde la paciente no tiene mucho tejido mamario, lo ideal es colocar el implante detrás del músculo pectoral para ofrecer resultados más naturales y también, proteger el implante.
Existen muy pocos casos en los que se presenta una pérdida de sensibilidad en las mamas, y esto suele suceder si la cirugía no se realiza correctamente. En la actualidad, las prótesis se colocan de manera submamaria, lo que no produce alteración alguna en la sensibilidad de los senos.
Claro que sí. Esta es una de las dudas más frecuentes, ya que muchas pacientes les preocupa que algún material sintético de la prótesis llegue a la leche o que de alguna manera, le haga daño al bebé al momento de amamantarlo.
Este mito es completamente falso, puesto que la cirugía no interfiere con los conductos lactíferos que son los encargados de transportar la leche. El material de la prótesis se encuentra encapsulado y nunca tiene contacto con la leche materna que se produce, así que amamantar al bebé es un proceso seguro y las madres pueden disfrutarlo sin preocupaciones por la mamoplastia.
No hay evidencia que compruebe que los implantes en los senos tienen alguna incidencia con el cáncer de mama. Muchas mujeres pueden pensar que esto generará más posibilidades de tenerlo, pero se ha demostrado que las prótesis no lo causan.
Si se tiene alguna sospecha o si hay alguna masa inusual como nódulos, se debe acudir con el médico encargado para realizar el examen correspondiente.
Cada paciente y cada caso es diferente, dependiendo del tamaño natural que ya tienen los senos y los resultados que se quieren obtener.
En general, la incisión que se realiza es peri areolar. Esto significa que se hace en la areola, dejando cicatrices muy poco visibles. Y en otros casos se puede abordar desde la axila u otras zonas estratégicas del pecho. Esto siempre se acuerda con la paciente previo a la cirugía, ya que en algunos casos se necesitan otros métodos para realizar la mamoplastia.
Es importante recalcar y recordar que la mamoplastia no es solo un procedimiento para aumentar el tamaño de los senos. También se puede realizar una mamoplastia de reducción para eliminar el exceso de grasa, tejido y piel de las mamas.
Lo más importante es acudir con un cirujano plástico calificado que pueda asesorar y guiar durante el pre y postoperatorio de manera correcta. La salud y el bienestar es una prioridad al momento de realizar una cirugía plástica.
En ARIA nos apoyamos de especialistas para atender las necesidades del paciente en caso de que lo requiera y contamos con equipo de última tecnología para brindar opciones novedosas.
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