
Tras cualquier intervención quirúrgica existen cierto tipo de cuidados a tener en cuenta los cuales ayudan a que la recuperación sea mejor, buscando que este proceso postoperatorio sea más favorable para el paciente.
La liposucción al ser una cirugía que requiere una intervención en quirófano necesita unos cuidados posteriores para asegurar que los resultados de la operación serán los esperados y que no habrá mayores complicaciones.
El uso de la faja de compresión es fundamental luego de una liposucción ya que esta faja ayuda a moldear la figura y controlar la hinchazón que se pueda presentar después de la cirugía. Es importante que al menos durante las primeras 4 semanas se utilice la faja todo el día y toda la noche, solo debe retirarse al momento del baño.
En las primeras 48 a 72 horas posteriores a la operación, lo más recomendable es abstenerse de cualquier actividad que requiera esfuerzo o movimiento. En lo posible, evitar conducir de vuelta a casa al salir del hospital y pedirle a algún familiar o amigo que transporte al paciente.
Para los siguientes días también se debe evitar la actividad física que requiera fuerza o mucho movimiento, estas actividades se podrán retomar al cabo de aproximadamente 1 mes. Ejercicios como caminar, trotar o aquellos que ayudan a aumentar la fuerza muscular y que no requieran mucho esfuerzo en el cuerpo son los más recomendados y ayudan durante el proceso de recuperación.
Aunque puede parecer información obvia, es imprescindible seguir al pie de la letra cada recomendación que provea el cirujano. Esto en cuanto a medicamentos, ejercicios, reposo, alimentación, etc.
En la consulta postoperatoria el cirujano informará qué pasos se deben seguir para obtener una recuperación exitosa y una buena cicatrización. Asimismo es importante consumir la medicación indicada (si la hay) para evitar algún tipo de dolor o molestia, el paciente no debe por ningún motivo automedicarse en caso de sentirse cansado o con dolor, esta información debe ser compartida con el cirujano para tomar las medidas necesarias dependiendo del estado del paciente.
La dieta que se recomienda luego de una liposucción es sencilla y ligera. Durante los primeros días lo ideal es consumir frutas, verduras y alimentos de fácil digestión. Las gelatinas y los caldos son opciones ideales para incluir en la dieta al menos la primera semana después de la cirugía.
Mantener el cuerpo hidratado es muy importante, así que el consumo de agua o zumos de frutas naturales también es una recomendación que se brinda a los pacientes que se han realizado una liposucción. Se deben evitar a toda costa las bebidas alcohólicas y gaseosas o refrescos que tengan un alto contenido de azúcar.
Mantener una alimentación saludable ayudará a que los resultados de la cirugía perduren y así el paciente evitará acumular grasa nuevamente en las zonas que fueron intervenidas.
Es importante aclarar que la liposucción no evita que el paciente pueda subir de peso en el futuro, para obtener resultados favorables y duraderos se debe mantener una dieta sana acompañada de actividad física constante.
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